Jesús el Buen Pastor 

"Yo Soy" el Buen Pastor

El evangelio de San Juan está repleto en algunos momentos donde Jesús antecede a una forma de identificación  con dos palabras: "Yo Soy". En este 4to Domingo de Pascua, Jesús se presenta en la sagrada escritura de dos formas: 

1. "Yo Soy" el Buen Pastor 
2. "Yo Soy" la Puerta 

Hablemos del Pastorcito

Es muy común encontrar pinturas de Jesús representado entre nubes, muy alejado de la tierra, en algunas ocasiones también encontramos al Salvador sentado en un trono con el orbe en sus manos y un cetro. Pero en esta oportunidad, San Juan nos presenta a Cristo totalmente distinto, a un Mesías que está en la tierra, y con un báculo para cuidar a  sus ovejas. 

Jesús afirma: "Yo conozco a mis ovejas", y esta cita bíblica no es un mito. En todo el evangelio Jesús siempre entabla conversaciones con nombres: 

1- ¡Zaqueo, bájate del árbol! porque hoy iré a tu casa a comer. 
2. Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. 
3. Judas, ¿Con un beso entregas al Hijo del Hombre? 

Ante esto también podemos citar el momento en que inicia el libro del Profeta Jeremías: "Desde el vientre de tu Madre yo ya te conocía". De esta forma podemos decir que Jesús nos conoce pero también nos entiende. Y es que existe un abismo entre conocer y entender. La realidad humana siempre está llena de caídas, de momentos de oscuridad, de tristeza, de dolor; momentos donde el alma expresa una gran tristeza y es en este punto, donde muchas veces el pecado puede tomar cartas en el asunto. 

Hoy, leer este hermoso pasaje del evangelio nos recuerda también las palabras de Jesús: "Mis ovejas escuchan y conocen mi voz". En estos tiempos es muy dificil escuchar la voz de Jesús. La sociedad, los problemas, la realidad parece tener una bulla indiscutible que no nos permite escuchar la voz de nuestro Pastor. El reto de esta semana, de estos tiempos es escuchar la voz de Jesús y seguirlo. 

En estos tiempos dificiles que está experimentando el mundo a causa de la Pandemia del Covid.  Este evangelio nos recuerda las últimas palabras de Jesús con las que finaliza el evagelio de hoy: "Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundacia". Entender esta situación como un castigo divino es una contrariedad a las palabras del "Buen Pastor" que da la vida por sus ovejas. Oremos a Jesús por las vocaciones sacerdotales para que por medio de nuestros sacerdotes y todos aquellos quienes consagran su vida a Jesús, puedan también participar del Ministerio de Cristo en guiar al rebaño de la Iglesia, tal como Jesús encomendó esta misión a San Pedro: "Pedro, apacienta a mis ovejas". 

Autor: Emanuel Nij 

Mixco, Domingo 3 de Mayo "Domingo del Buen Pastor"